jueves, 28 de diciembre de 2017

LA FELICIDAD

A veces afianzados en la frenética dinámica de la búsqueda de la felicidad constante, olvidamos que esta está en esas pequeñas cosas que vivimos a diario. 
La vida es como un Bumerán, siempre vuelve aquello que damos, si arropamos los pasos con el amor por todo aquello que cubra nuestros actos, volverá a nosotros la influencia de estos.
Vivir no es enredarse en la cadena de la esclavitud de un sueño, sino crear eslabones de pequeños sueños a diario, mientras se disfrutan de estos.
El gran sueño no debe consistir en llegar al éxito total algún día, sino trabaja por este día a día, disfrutando de los pequeños logros. Vivir ya es un éxito. Existir ya es una meta conseguida; el regalo de uno de los sueños de aquellos que te ofrecieron la posibilidad de que con tu vida otras se vean recompensadas por tu existencia, permitiendo-les crear junto a ti sus propios momentos de felicidad. 
Lo peor de olvidarse de vivir, no es que uno, no valora la felicidad propia de su momento, sino que a aquellos que comparten contigo estos, les robas la opción de vivir junto a ti esta.
Convertir la felicidad en un objetivo significa enfocarte en algo que has de buscar, sin valorar lo que en el caminar diario ya tienes. No es un objetivo a perseguir, sino la consecuencia de centrar el foco de tu atención en aquello que te rodea a diario mediante un estado psicológico de autorrealización y plenitud para con uno mismo y con los demás.

Annia Mancheño ✍   





DECISIONES


 La vida es una toma constante de decisiones diarias. Desde las más insignificantes a las más importantes, relacionadas con la vida laboral, sentimental, personal.
A veces son decisiones tan importantes, que condicionaran nuestra vida, nuestro futuro, pero en el fondo son lo que cada día, dará un sentido a ésta y nos permitirá seguir adelante.
Cualquier elección que hagamos, siempre se vincularan a alguna perdida y otras a la ganancia de haberte enfocado en el camino correcto. Cualquier elección que hagamos, como la vida misma es variable, pero sólo el momento de tomarlas es el real y productiva. Toda decisión es un proceso que nos lleva a elige ante las opciones que tenemos. No tomar una decisión es en sí una decisión más, que nos inhabilita, inmoviliza y nos frena y no nos permite resolver un problema y seguir camino, evaluando las alternativas que tenemos.
Lo importante es desde el razonamiento ante la perspectivas que tenemos, no postergar esta, ya que lo único que se consigue es que sean las circunstancias quienes decidan por ti y sean otras personas quienes las tomen en función de sus intereses y no lo tuyos.
La certeza y el aprendizaje en las decisiones, tan sólo se tiene transcurrido el tiempo. Por ello cada decisión en la vida puede suponer una renuncia a algunas cosas, pero también un desafió personal ante otras.
No existen decisiones erróneas, sino elecciones de nuevos retos que enfocados desde una visión clara y objetiva sobre lo que queremos conseguir nos hará avanzar y aprender de lo vivido.
Decidamos lo que decidamos será lo correcto, si esto conlleva el convencimiento de que es lo adecuado al momento, pero nunca tomadas desde el convencimiento ajeno, sobre lo que debes hacer, sino desde el control de lo que uno quieren hacer por sí mismo. 
A veces la vida hace que en el sendero por el cual transitamos se quiebren los ánimos; como el junco que se dobla ante las ráfagas de vientos de la naturaleza y la confianza en ella se tambalee ante los errores cometidos a lo largo de ese camino. Pero ésta sabe de la medida exacta de nuestra resistencia, con lo cual, el verdadero triunfo esta en resurgir de las cenizas de los errores cometidos, tomado las riendas de nuevo, de los aciertos que nos precederán y que nos permitirán seguir aprendiendo de lo vivido. 

Annia Mancheño ✍   
(Imágen tomada de Internet)

viernes, 28 de octubre de 2011

EL CRUCERO



Se cubre con el silencio la noche.
Allá en la lejanía se vislumbra el horizonte.
Hay que empezar a andar. El camino es muy largo, pero siempre tiene un final.
Y se vuelve la mirada atrás. ¡Hay tanta armonía, tanta paz, tantos pasos que se dieron !
Queda el camino cerrado a la tristeza y el dolor.
Pasajes que se contemplaron; lágrimas que se vertió; sonrisas que del amor brotaron; dudas e incomprensión.
A los lados cuelgan hebras de esperanzas afianzadas,de remansos de recuerdos, de castillos de cristal.
Atrás queda el camino que no se debe volver a andar.
Y en el presente mi mente, vuela, sueña, calla y piensa y se deja transportar, en una burbuja de aire, que la envuelve con esa paz.
Miro atrás y a través de la burbuja puedo mis pasos ver. 
Van cubriendo el polvo quieto… quieto quedo al marchar. 
Polvo que si hablara mil historias contaría. Mil historias de una vida que se volvió a ilusionar.
¡Y hay paz !
Miran los ojos tranquilos… miran el tiempo transcurrido...
¡Tanto y tanto se sintió!  ¡Se amo, odio, lloró! ¡Tanto y tanto se vivió!
Se navega en los recuerdos... Las olas vienen y van.
 El crucero fue de lujo.  Las noches ponían final, a horas de sentimientos, a días de practicar el difícil e incierto viaje hacia el más allá.
Veladas en que las palabras iban sembrando un corazón. Corazón que fue creciendo y en su crecimiento dio, alas a sus pensamientos, sueños a su palpitar, paz a sus momentos, tranquilidad a su andar.


Annia Mancheño

jueves, 22 de septiembre de 2011

QUE SABE NADIE

                              
            



Que sabe nadie de la tristeza que puede encerrar un corazón. De horas llenas de silencios; de noches infantiles llenas de soledad; de miradas asustadas; de manos que se cuelan en un hogar y profanan superficies limpias de maldad.
Que  sabe nadie de lágrimas vertidas, encerrada en una habitación; de sueños compartidos con unos brazos maternales que te abrazan en el silencio de la noche, acariciando tus mejillas de mano de la ilusión.
Que sabe nadie de frustraciones envueltas en tristeza, cuando voces infantiles piden un trozo de pan y tan solo hay dinero para en un Bingo un adulto, pueda jugar.
Qué sabe nadie de kilómetros hechos con el frío empapando el cuerpo, en busca de dinero, que alimentará a flores que esperan impacientes poder disfrutar de algo caliente.
Qué sabe nadie de años de búsqueda de esperanzas para poder caminar. De la búsqueda de un amor que llene tantos momentos, de lágrimas compartidas con la soledad; de una vida compartida con un amor que no cuajo.
Qué sabe nadie del mundo de los sueños, lleno de sentimientos, abrazos y amor; de lo que siente mi corazón cuando escucha una canción; de lo que éste siente cuando mi corazón habla, de lo que mi mente construye cuando la poesía envuelve mi noche esperando el alba.
Qué sabe nadie… que pueden saber de mi mundo de fantasías; de mis horas de libertad; de mis sentimientos y mis sueños; de mi vida, de mi andar.
Qué sabe nadie de momentos de alegrías, de tristezas, de esperanzas, de desilusión. Qué sabe nadie de lo que ocurre en mi mente y siente mi corazón.
Qué sabe nadie de mi forma de pensar, amar; si en la vida cada cual ama según sus momentos, según su corazón va aprendiendo, según va sintiendo dentro.
Qué sabe nadie lo que dentro de mi puede ocurrir, si ni yo misma mi alma llego a descubrir, cuando con ella quiero hablar. Cómo saber lo que mi corazón encierra si son momentos y ninguno es igual al que mañana llegará.
Qué sabe nadie, de como en una vida se puede aprender a amar a todo lo que en tus manos ésta deja al pasar.
Que sabe nadie de como andar, si nadie te enseña como hacerlo ni peder  tu libertad.

Annia Mancheño

martes, 20 de septiembre de 2011

CON UN BESO EN LA FRENTE

                  Con un beso en la frente, pongo un poco de paz en nuestras almas. Ahora puedo mirarte de frente, ¡Ya no hay odio en mi mirada ¡
Cuántos años hemos perdido a causa de tu inconsciencia y falta de responsabilidad! ¡Cuántas lágrimas hemos vertido por culpa de la soledad! ¡Cuántos momentos perdidos por no decidirnos a hablar!
Ahora, apenas podemos robarle algún día al tiempo, y así, casi sin fuerzas ambos, recuperar algún momento.
Quise durante muchos años olvidarme del pasado, y dejándolo en mi pensamiento guardado, cubrir con una capa de oscuridad el dolor. Quise recordar solo momentos que la niñez guardó.
Pero no fue suficiente, tu mundo me perseguía, tu presencia me traía todo lo que quería olvidar.
Y luchando contra esto, más y más, me hundía en el pozo de la soledad.
¿Por qué tuvo que ser la vida tan ingrata para los dos? ¿Por qué cuando se te rompió el alma, no te consolaste con nuestro amor? ¡Teníamos tanto que darte ¡ ¡ Necesitábamos tanto de ti! 
Ella marchó de tu lado, y con ella se llevó, toda la fuerza que le daba a tu débil corazón.
Buscaste en falsas estrellas, la luz que necesitabas. Perdiste el rumbo de tu vida, y con la perdida de éste, arrojaste las nuestras a un mar lleno de tempestades, donde alcanzar la orilla, lágrimas nos costaba.
Mirándote ahora en silencio, postrado en esa cama, con tus manos y  las mías entrelazadas, pienso: ¿Qué nos paso?, ¿Qué se coló en tu corazón cuando ella se marchó? ¿Cómo, no vimos tu inmenso dolor?
Ahora que vuelven a clavarse en mi pecho las dagas del dolor, reflexiono y empiezo a comprender tantas cosas que ocurrieron; tantas que nos dañó a los dos; tantas que hay que olvidar y perdonar.
Yo, que siempre con rabia, sentía la soledad que mi garganta oprimía, y que cuando pensaba en la tuya la apartaba de un zarpazo, sin querer tener piedad, hoy comprendo que ésta fue fruto de tu propio dolor ante esa soledad.
Hoy que te contemplo en silencio cuando tu vida está llegando al final, no puedo por menos Padre, dejar que mis ojos lloren ahora, que dormido no me ves, para con las lágrimas calmar, ésta angustia que me ronda al pensar, que tu vida esta acabando y ...¿Qué te llevas de ella ?, ¿ Qué te aporto regalarnos y comprar para ti tanta soledad, para de tu libertad disfrutar?, ¿ Qué momentos has vivido para llevarte detrás y con ellos llenar tus ojos de amor?, ¿Qué te hizo la vida padre...? ¿ Qué nos hizo?, ¿ Por qué justo ahora que a mi alma llega el perdón tu tienes que marchar ?, ¿ Por qué el reloj de tu tiempo se quiere parar ?, ¿ Por  qué no nos dejaste que fuéramos el licor del amor que tu garganta resflescara durante los primeros momentos, cuando marchó ella y tu vida se rompió como el cristal ?
El tiempo es ahora nuestro enemigo. La distancia, mi gran dolor. Las circunstancias mi cadena, y las lágrimas, la paz para mi corazón.
Por esto hoy, con ese beso en la frente, en ésta noche que está tan callada, quisiera dejarte todas mis fuerzas, para que cuando marche mañana, la suavidad del recuerdo de este ponga una nota de paz en tu rostro y una sonrisa en tu cara.   
Ahora que hemos comprendido, los dos que nos equivocamos, ha llegado el momento de que nos demos las manos.
No te juzgo ni te culpo..., la vida es el mejor juez. Tú has andado tu camino; yo el mío aún sigo andando, y a igual que a ti, la misma vida me irá juzgando. Espero que mis errores también sean perdonados.
Los hijos, hay ocasiones en que somos injusto al no comprender, que como humanos que sois, el rumbo de los sentimientos podéis perder.
Hay momentos que queremos respuestas a interrogantes, que no tienen contestación porque los creó el dolor.
Por esto Padre hoy, sólo le pido a la vida que tu marches en paz y yo, que aún he de continuar, tenga siempre en la mente presente, que mis hijos deben ser, los pilares donde me he de apoyar, si por cualquier razón mi rumbo en la vida perdiera, para que los cimientos de mi hogar no se resquebrajen con el tiempo por dejar que los sentimientos se encadenen al silencio.
Nadie te enseñó a ser padres, nadie tiene un manual de como se debe amar. Tú, a tu manera creíste que no nos debías dar más.
Ahora dices apenado, con la voz entrecortada... No lo merezco... y yo.... pensando en tu dolor, sólo puedo contestarte: nadie merece el dolor de morir en soledad. Si no nos hubieras dado la vida.... no te podríamos acompañar.
En esta hubo de todo, alegrías y dolor... pero cuando fuimos pequeños, sembrasteis en nuestro corazón, la semilla más valiosa, regalándonos el tesoro más preciado…
¡Vuestro amor!    

Annia Mancheño